El Celta se hunde en la clasificación al ver cortada su buena racha de resultados y caer en Balaídos ante un filial del Villarreal que se mostró muy seguro atrás y que aprovechó los errores de un equipo gallego que volvió a acusar su alarmante falta de pegada.
El equipo de Eusebio Sacristán se encontró por primera vez en la temporada con un rival decidido a quitarle el balón. A diferencia de lo que suelen hacer los equipos que visitan Balaídos, el 'mini submarino' no varió su estilo de juego y durante varias fases del choque logró marear a los celestes con un fútbol de toque y de mucha velocidad.
El ejemplo más claro de la falta de pegada de los celestes es que las mejores oportunidades de los de Eusebio llegaron con lanzamientos lejanos de Michu y del central Jordi en la recta final del primer tiempo. Muy mal lo va a pasar este Celta si en el mercado de diciembre no ficha a un goleador.
Porque en el segundo tiempo el conjunto gallego acusó como un equipo infantil el espectacular tanto de Natxo Insa a la hora de partido. Una vaselina que arrancó los aplausos de la grada de Balaídos.

A partir de ahí el Celta desapareció y fue un juguete en las manos del rival. Aun así tuvo una oportunidad para empatar, pero el internacional sub'21 Joselu, que había sustituido a Arthuro minutos antes, falló en el remate final. Fue la condena de su equipo, pues un minuto después Hernán Pérez mataba el partido al contraataque tras una nueva pérdida de los celestes.
La afición ya empieza a perder la paciencia con los malos resultados obtenidos últimamente, esa es la cruda realidad.
Un Saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario